Archivo del sitio

Dos días visitando Manila

Makati, ManilaManila, Filipinas
Mis últimos días en Filipinas no dejaron de sorprenderme. Manila, una capital de más de 16 millones de habitantes, es una ciudad intensa que no te deja indiferente. Mucho tráfico, contaminación, pobreza y lo más triste lleno de niños pidiendo en la calle. Mi estancia fue corta pero bien aprovechada y diría que los dos días que estuve fueron suficientes para conocer las zonas y barrios más representativos. Además utilice todo tipo de transportes, desde taxis (siendo igual de baratos que en Bangkok), jeepneys (toda una aventura), autobuses y la línea de metro o skytrain (siempre hasta los topes de gente).
Manila tiene la fama de ser la ciudad más insegura del sureste asiático aunque con sentido común no tiene porque pasarle a uno nada. Existe algún barrio el cual es mejor no adentrarse, como por ejemplo Tondo, pero nosotros aun no sabemos cómo acabamos en el al coger un jeepney erróneo. Es una ciudad en la cual existe un contraste brutal entre la zona moderna y las otras. Y, una de las cosas que sorprenden (aunque se puede ver en todas las ciudades Filipinas) es que está llena de agentes de seguridad por todas partes (hostales, restaurantes, estaciones, centros comerciales, etc) los cuales son de lo mas simpáticos y amables. Siempre predispuestos para indicarte el camino cuando estás perdido. Por el momento es la ciudad del sureste asiático que he visto con más seguridad.
Manila, FilipinasGuarda seguridad, ManilaPobreza, ManilaSkytrian, Manila
El primer día hicimos un circuito a pie y visitamos gran parte de los lugares de interés. Desde Malate, el barrio donde se encuentra más oferta de alojamiento, fuimos hacia Rizal Park donde lo más representativo es la gran estatua del héroe filipino “Lau-Lapu” el cual mato a Magallanes. Después nos adentramos en el barrio de Intramuros, el casco antiguo de la ciudad donde vivieron los españoles por más de 300 años. Por algunos momentos al pasear por las calles me sentía como si estuviera en alguna ciudad española. Algo que me pareció surrealista fue ver un pequeño campo de golf en medio de todo esto. Pobreza y riqueza tan solo separado por una reja. Seguimos andando y, después de aguardarnos de la lluvia monzonica, llagamos a Chinatown. A la vuelta lo que había os comentado; queríamos coger un jeepney para volver per nos equivocamos y fuimos dirección a la zona donde en teoría es mejor no pisar. Al ver que nos íbamos adentrando decidimos bajar y coger otro en dirección opuesta. No paso nada aunque por unos momentos me sentí algo intranquilo.
Lapu-Lapu, FilipinasIntramuros, ManilaTriciclo, ManilaCatedral en Quezon, Manila
La ruta del día siguiente estuvo compuesta por la visita al Mercado de Quezon. Un mercado bulliciosa a rebosar de gente, con una catedral en medio llena de tiendas a su alrededor vendiendo santos, estatuas y demás objetos religiosos. Ese lugar tenía una especie de toque andaluz. Por la tarde fuimos a la zona más moderna y lujosa de la ciudad, el barrio de Makati, donde antes de la Segunda Guerra Mundial en la avenida principal (Ayala Ave) se encontraba la pista de aterrizaje del antiguo aeropuerto. En este barrio la vida, la atmosfera y el aire se transforman. El poco trafico ordenado, no hay pobreza o niños vagabundeando en la calle, gente con ropa de marca, rascacielos, un centro comercial enorme, hoteles de 5 estrellas, limpieza absoluta y con algo que me llamo la atención; algunas de las calles valladas obligándote a cruzar por túneles o pasarelas elevadas. Ya por la noche nos encontramos con un amigo filipino, Karlo, con el cual fuimos a tomar algo por una especia de urbanización, una zona situada en Makati llamada Global City. Ese lugar era como estar dentro de una burbuja. Tiendas de marcas, coches como los que llevan los jugadores de futbol, restaurantes carísimos… y mucho mas en plena construcción. Según nos conto Karlo esa zona era la más nueva y en pocos años se iba a convertir en lo mas moderno de la capital.
Quzeon market, ManilaTiendas, ManilaQuezon Market, ManilaMakati, ManilaMakati, Manila
Manila no es una ciudad donde los turistas decidan pasar unos días. De hecho la mayoría intentan esquivarla o tan solo permanecer un día en el hostal. Tiene fama de insegura y la más contaminada del mundo. Y, además es una ciudad que desgasta tu mente al caminar por sus calles en medio de la miseria. Y si tan solo se dispone de 21 días para visitar el país (la estancia máxima sin visado) es normal que uno prefiera no pisarla. Aunque en mi opinión no me arrepiento de haber tenido la experiencia de conocerla y creo que vale la pena, ni que sea por dos días, poderla sentir y vivir. Finalmente cogí un autobús hacia Clark donde cogería el vuelo hacia un nuevo mundo, despidiéndome así del acogedor y emocionante sureste asiático donde he estado viajando durante 6 meses.
Catolicismo, FilipinasIntramuros, ManilaManila nocturna, Filipinas